Os presentamos +L, nuestro proyecto para un concurso internacional restringido para la ampliación de un edificio judicial en Suiza, en el que participamos en equipo Sebastián Arquitectos, Pemán y Franco Arquitectos, Diego Carrión, Duo Architectes Paysagistes, SRG Ingénieurs, DANA, y JR Marín
El actual edificio del Tribunal Cantonal se encuentra en la pradera del Hermitage, una zona natural de gran riqueza paisajística, emplazada dentro de una trama urbana de edificación diseminada cuya estructura responde a la adaptación a la topografía y al paisaje, de forma orgánica, y no a un trazado geométrico rígido. En ella los edificios han ido encontrando su sitio en las áreas delimitadas por la estructura viaria que procede de las vías y caminos de comunicación preexistentes. El Tribunal Cantonal es un edificio compacto y trapezoidal de patio central, proyectado por MM.Musy et Valloton en 1981, que ocupa un espacio de ladera de pendiente importante, cuya topografía se adaptó para encajar el edificio, y que disfruta de unas hermosas vistas sobre la ciudad, el lago Leman y Los Alpes.
Se trata de la ampliación del tribunal para incorporar una serie de nuevos usos de juzgados y reorganizar parcialmente los existentes a partir de lo que supone dicha ampliación. En este sentido el proyecto ha de tener vocación ya desde el programa de estructura sistémica y modular que resuelva todo el conjunto de manera coordinada y coherente.
Por otra parte, nos planteamos la importante cuestión de la relación arquitectónica con el edificio existente: Continuidad volumétrica y formal de la agregación versus separación y diferenciación formal, pero además carácter institucional y urbano de edificio actual versus carácter de edificio en el paisaje en la ampliación.
Nuestra propuesta consiste en la construcción de un cuerpo en L que se desarrolla en paralelo a la fachada este del edificio actual, abriéndose hacia el paisaje y siguiendo un modelo compositivo de formación del edifico original . La unión de las dos edificaciones forma un escalonamiento adaptado a la pendiente “en cascada”, a la manera de las terrazas de viñedos que rodean Lausanne, y albergará una serie de programas de conexión entre ambos.
Las cubiertas se resuelven con un tratamiento vegetal ajardinado de porte bajo, de manera que continúen el espíritu del paisaje circundante, a la vez que establezcan un filtro visual entre lo nuevo y lo existente. Estas terrazas tienen una altura menor que la ampliación de modo que su presencia tiene un carácter secundario, y los usos de trabajo dispuestos abren a sur buscando las mejores vistas.
Se proporciona una continuidad por el lado sur, ya que la nueva edificación presenta un volumen paralelo a la fachada principal, pero adelantado respecto de su alineación, de modo que este nuevo volumen forma una secuencia de tres planos de fachada escalonados, siguiendo esta pauta ya presente en el edificio principal.
Este adelantamiento de la alineación permite, además, la configuración del espacio del frente del Tribunal, con un nuevo volumen que avanza hacia el Sur y se percibe como un frente con un espacio público desde la llegada al edificio, resolviendo la relación con el paisaje, en el modo en que Musy et Vallotton planteó en su proyecto original con un volumen de ampliación y que nunca llegó a producirse.