Promotor: Gobierno de Aragón. Jefatura de Servicio de Prevención, Protección e Investigación de la Dirección General de Cultura y Patrimonio
Arquitecto Director: Sergio Sebastián Franco
Arquitecto Técnico: Pablo Sebastián Franco
Arquitectos colaboradores: Giorgio Bernardi, Alejandro Alda
Vuelo: Aeroyud. Miguel Sobaberas
Ensayos: Laboratorio para la Calidad de la Edificación del Gobierno de Aragón
Con el objeto de recuperar y poner en valor el núcleo urbano de Ruesta, desde el mes de septiembre de 2017 a febrero del 2018 hemos puesto nuestro empeño, trabajo, y sentimiento en el desarrollo de un plan de actuación promovido por el Gobierno de Aragón.
Ruesta se encuentra al norte de la provincia de Zaragoza, en la comarca de las Cinco Villas y en el corredor natural por el que discurre el río Aragón. Es atravesada por el Camino de Santiago en la variante llamada camino francés. Su fundación hay que buscarla en la construcción del hisn de Ruesta en los siglos IX y X, para la defensa y control de los territorios anexos. Posteriormente y tras su conquista, el lugar es refortificado por Sancho III el Mayor de Pamplona. La villa de Ruesta creció en torno al imponente castillo, y en 1050 pasó a poder de Aragón, seguramente bajo fuero de Jaca, como una próspera villa al amparo del Camino. Su vida continuará hasta 1960, cuando la construcción del embalse de Yesa anegó las tierras de cultivo del valle, derivando en la irremediable marcha de los habitantes de Ruesta, Tiermas, y Escó dada la carencia de su principal medio de producción.
Las casas, encaramadas por encima de la cota de inundación, “se cerraron, se apagaron las voces y la malahierba comenzó a invadir las calles. Durante casi cincuenta años, Ruesta ha sido un pueblo muerto. Cada día, se ha hundido un tejado, ha caído una fachada y un expoliador se ha llevado un poco más de lo poco que quedaba…”
Pero sin lugar a dudas lo que verdaderamente llama la atención de Ruesta es la singularidad de ser un núcleo urbano prácticamente íntegro en su trama, donde los restos mantienen la anatomía generadora del conjunto, y han sido pocos los edificios que han desdibujado por completo su huella. Este es el gran valor de un trazado histórico prácticamente inalterado, que hace de Ruesta un verdadero museo, si se quiere arqueológico, de una arquitectura en estado prístino que muere sin haberse alterado.
Además del valor de conjunto del núcleo y los barrios anejos, los principales hitos arquitectónicos dentro del casco urbano son el castillo, los restos de la muralla y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. En el exterior destacan las ermitas románicas de Santiago y de San Juan Bautista, esta última ya junto al pantano, en el emplazamiento del antiguo monasterio cluniacense de San Juan de Maltray, fundado por el navarro Sancho Garcés I tras la conquista de castillo musulmán de Ruesta. Además cuenta con un importantísimo y rico conjunto de patrimonio menor compuesto por fuentes, puentes, y construcciones agrarias.